La educación infantil es fundamental para que los niños y niñas desarrollen capacidades, destrezas y habilidades, en la escuela se le debe motivar a ser creativo ya que es una capacidad que todos los seres humanos tenemos, solo se trata de ser estimulada. Esta etapa es idónea para que permitamos al infante expresarse por medio del arte y a su vez potenciar su creatividad. En este nivel los docentes deben de proveer a los alumnos y alumnas material, libertad, oportunidad, y el espacio para que ellos puedan crear. Es importante para que así funden su propio pensamiento, sientan agrado al momento de crear algo nuevo y con sus propias manos. La expresión artística es indispensable para lograr en los infantes un desarrollo y educación integral, se logra también fortalecer su autoestima mediante la experimentación. Es un medio que el niño y la niña tiene de comunicación y expresión sobre su entorno.
La expresión es importante a cualquier edad y el arte tiene una gran incidencia en el desarrollo de la creatividad, y es trascendental fomentarla en el nivel infantil por medio de nuevas experiencias y así facilitar la adquisición de nuevos conocimientos, los pequeños se vuelven perceptivos ante su entorno, estimula todos sus sentidos, interactúan, aprenden mientras se divierten.
En Infantil se fomenta la expresión artística por el gran potencial del desarrollo a varios niveles que conlleva: físico, afectivo, emocional, de comunicación…
La expresión plástica es una manera de manifestar sentimientos, conocimientos y experiencias a través de diversos materiales y técnicas artísticas. Este modo de comunicarse permite experimentar y crear una forma personal de comunicación. En los primeros años de escolarización, utilizar el juego para realizar actividades plásticas favorece el desarrollo motriz a la vez que la creatividad, la sensibilidad y la percepción. Abordamos como trabajar la expresión plástica en Infantil.
Como en todos los aprendizajes, la evolución de la expresión plástica en los niños y niñas se ve influenciada por:
- El desarrollo motor: relacionado con la motricidad fina y gruesa, el conocimiento del menor sobre el esquema corporal, etc.
- El desarrollo cognitivo: ya que el dibujo refleja ideas y pensamientos.
- La afectividad: puesto que se observa en las creaciones plásticas las emociones que siente en el momento.
- La comunicación: además de comunicarse mediante los dibujos, también utilizan el lenguaje oral para explicarlos en algunas ocasiones.
- La curiosidad: dependiendo del grado de curiosidad que el niño y la niña muestre, la expresión plástica evolucionará de forma diferente, probando nuevos materiales, diferentes formas de plasmar sus ideas, representaciones diversas…
En el texto que a continuación se desarrolla se tratarán diversos puntos relacionados con el arte infantil según los escritos de diversos autores, centrándonos en las aportaciones teóricas sobre arte infantil, sus etapas y otros aspectos de interés que nos ayuden a comprender el lenguaje artístico de los niños y niñas.
2.1 AUTOEXPRESIÓN Y CREATIVIDAD :
Según Lowenfeld y Lambert (1992):
“La Expresión Artística es importante para el niño y la niña o, lo es para su proceso mental, su desarrollo perceptivo y afectivo, su progresiva toma de conciencia personal y social y por supuesto para su desarrollo creador”.
“Para el niño y la niña la expresión artística es más que un pasatiempo, es una comunicación significativa consigo mismo, es la selección de las cosas y materiales con las que se identifica de su medio y la organización de todas ellas en un todo nuevo y con sentido”.
La autoexpresión es la manifestación que refleja emociones, sentimientos y pensamientos del individuo e individua en la construcción de formas. Lo que importa es el modo de expresión y no el contenido. Por ejemplo cuando un recién nacido llora es la primera forma de expresión utilizada para mostrar sus sentimientos, podríamos considerarlo como la forma más auténtica de autoexpresión.
Mediante la expresión de sentimientos y emociones en el dibujo los niños y niñas sienten una gran satisfacción, incluso cuando el dibujo de este sea un garabato. Cada niño y niña tiene su propia forma de expresarse, estas manifestaciones son únicas e irrepetibles y nuestra labor como educadoras es guiar y orientar para que exploren por sí mismos, sin imponer modelos cerrados en la creación de sus producciones.
Debemos encontrar un equilibrio, de modo que el niño y la niña se formule preguntas mediante estímulos, que posteriormente sea capaz de resolver él o ella mismo.
A edades muy tempranas el proceso creador es más importante que el resultado, por ejemplo, cuando un niño o una niña toma por vez primera unas tijeras y aprende a usarlas, no importa lo que recorte sino más bien el uso de la herramienta, su manipulación, movimiento, cómo se transforma el material que él o ella mismo está modificando.
El aprendizaje no debe ser concebido únicamente como una acumulación de conocimientos, sino mediante la comprensión del uso, funcionamiento, transformación, etc. De este modo contribuiremos a un aprendizaje significativo.
2.2 ETAPAS DEL ARTE INFANTIL :
El dibujo infantil comienza a ser estudiado a finales del siglo XIX, al ser una actividad que empezaba a formar parte de la educación artística de los niños y niñas, por tanto diversos psicólogos, artistas y pedagogos realizaron investigaciones al respecto, obteniendo como resultado diferentes teorías que nos ayudarán a mejorar el análisis de los dibujos de nuestros alumnos y alumnas. A continuación se muestran algunos de los autores más importantes:
- Según Víktor Lowenfeld:
Víktor Lowenfeld (1903–1960) nace en Austria y estudia arte y psicología. Fue profesor de educación artística en la Universidad Estatal de Pensilvania donde ayudó a definir y desarrollar el campo de la educación artística en los Estados Unidos. Nos ha dejado escritos tan importantes como Desarrollo de la capacidad creadora (1947) o El niño y su arte (1954).
En el primero de sus títulos el autor muestra una visión del arte infantil dividido en diferentes etapas donde se analizan las diferentes manifestaciones artísticas de los infantes según su edad. En ellas se analizan la interpretación de estos sobre su propia realidad a través de la figura humana, el grafismo, el espacio y el color.
Las etapas son:
- ETAPA DEL GARABATO (de los 2 a los 4 años)
- ETAPA PRE ESQUEMÁTICA (de los 4 a los 7 años)
- ETAPA ESQUEMÁTICA (de los 7 a los 9 años)
- ETAPA DEL REALISMO (de los 9 a los 12 años)
- ETAPA DEL PSEUDONATURALISMO (de los 12 a los 13 años)
- ETAPA DE LA DECISIÓN (de los 13 a los 14 años)
- Según Luquet:
Luquet, catedrático de filosofía nacido en Francia (1876-1965) estudia la evolución del dibujo infantil partiendo de lo que más tenía a mano; los dibujos de su hija. Entre sus obras destaca Los dibujos de un niño (1913) y El dibujo infantil (1927).
Las diferentes etapas son:
REALISMO FORTUITO (2-3 años)
REALISMO FRUSTRADO (3-5 años)
REALISMO INTELECTUAL (5/6-8 años)
REALISMO VISUAL (7-12 años)
REALISMO VISUAL (7-12 años)
- Según Burt:
Burt, fue un psicólogo inglés (1883-1971) que contribuyó a diversos estudios sobre psicología educativa y diferencia en sus investigaciones siete etapas en el desarrollo del dibujo infantil.
Las etapas son:
GARABATEO (2-3 años)
LA LÍNEA (4 años)
SIMBOLISMO DESCRIPTIVO (5-6 años)
REALISMO (7-9 años)
REALISMO VISUAL (10-11 años)
REPRESIÓN (11-14 años)
RENACIMIENTO ARTÍSTICO (adolescencia)
- Según Ives y Gardner:
William Ives y Howard Gardner realizan un análisis en función de las influencias culturales en el desarrollo del dibujo infantil que los lleva a identificar tres etapas.
Las etapas son:
· DOMINIO DE LOS PATRONES UNIVERSALES (1-5 años)
Los dibujos presentan las características comunes en cualquier tipo de cultura, los garabatos, trazos más definidos, figuras y objetos.
· FLORECIMIENTO DEL DIBUJO (5-7 años)
Período de transición, los niños y niñas han adquirido a través del lenguaje el dominio de las formas simbólicas dominantes de su cultura. Dependiendo de las normas vigentes en la escritura, los niños y niñas comienzan a dibujar desde la izquierda o a la inversa, y desde arriba hacia abajo.
· APOGEO DE INFLUENCIAS CULTURALES (desde 7 años)
El niño y la niña tienden a adoptar las características propias de su cultura, como esquemas, modelos y clasificaciones, y la característica común es la búsqueda de un realismo visual.
2.3 ETAPAS DEL DESARROLLO PSICOMOTOR:
Durante la “edad infantil” (0-12 años) la práctica dancística se estructura en varias etapas, que se establecen según la edad y el desarrollo físico de los niños. Esto es así para que la danza pueda potenciar unas habilidades concretas en cada fase. Sin embargo, se organizan los grupos de edad atendiendo a su criterio -que suele regir por edad y por nivel de desarrollo físico-. Aun siendo de este modo, las etapas del desarrollo psicomotor de los infantes establecidas por Piaget en el siglo XX, son una buena delimitación para estudiar la influencia y beneficios de la danza en la edad infantil.
SUS PRIMEROS PASOS
· Etapa sensoriomotora: de 0 a 2 años
En esta primera etapa, el niño experimenta el mundo a través de los sentidos, por lo que las clases de danza se basan en juegos sensoriales dirigidos a estimular a nivel físico las sensaciones. Como recoge el Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Pablo Pozo Rosado en su estudio titulado “Desarrollo de las capacidades perceptivo-motrices en la Educación Física escolar”, esta es la etapa donde el niño aprende a gatear, a sentarse, a dar sus primeros pasos, y a controlar su cuerpo.
De ese modo, las actividades dancísticas se centran en que el niño y la niña sigan pequeños ritmos y se meza, además de que conozca cómo responde su cuerpo a las estimulaciones. “El niño no conoce el significado de música, ni siquiera sabe controlar su cuerpo, pero empieza a identificar ritmos, y le resulta agradable, por su desarrollo físico y social, hacer sus primeros movimientos, aunque no sean del todo armónicos”, expone la Doctora en Psicología y profesora de Psicología del Desarrollo Cordelia Estévez.
CONTROL DE MOVIMIENTOS
· Etapa preoperacional: de 2 a 6 años:
Durante esta etapa es muy importante y beneficioso para su desarrollo practicar actividades que fomenten el movimiento y la coordinación. En estas edades, las actividades se centran en desarrollar la motricidad gruesa y la motricidad fina. Es decir, la capacidad para ejecutar movimientos generales, cambiar la posición del cuerpo y mantener el equilibrio, así como la capacidad para realizar movimientos mucho más concretos, como actividades que requieren la coordinación ojo-mano y la coordinación de los músculos cortos. “La danza es un ejercicio muy completo porque el niño o la niña ejecuta acciones que implementan varios movimientos, lo que le hace tener un control más organizado”, señala la profesora de Psicología del Desarrollo Cordelia Estévez.
Del mismo modo, el niño o la niña están en una etapa de descubrimiento, y los ejercicios dancísticos están dirigidos a fomentar el conocimiento de su cuerpo para que sea capaz de controlarlo. Además, como recoge Pablo Pozo Rosado en su estudio, durante esta etapa se ejecutan ejercicios para trabajar la distinción entre la derecha y la izquierda (lateralidad), y se realizan movimientos que implementan diferentes tiempos y ritmos para que el niño y la niña sepan estructurar de forma más específica sus movimientos.
Para fomentar aún más la coordinación, en este periodo empiezan a realizarse ejercicios grupales donde el niño y la niña han de actuar en consonancia con sus compañeros. “El baile en grupo es recomendable a estas edades, puesto que es más completo y requiere más coordinación. Además, resulta beneficioso para su desarrollo social y emocional”, explica Cordelia Estévez.
CONSOLIDACIÓN FÍSICA
· Etapa de operaciones concretas: De 6 a 12 años
La última etapa infantil es fundamental para definir y afianzar todas las habilidades adquiridas en las fases anteriores, por lo que se introducen danzas más complejas. Es en este periodo cuando el niño y la niña acaban de reconocer su cuerpo: sabe qué dimensión tiene y cómo controlarlo, como asegura Cordelia Estévez:
“En el proceso de conocimiento corporal la danza tiene una influencia muy positiva”.
Además de ello, y tal y como explica Mónica Elena Moreno Rebolledo, Licenciada en Pedagogía de la Danza, en su tesis de 2007 titulada “La danza clásica como una disciplina que favorece el desarrollo cognitivo de niñas y niños entre 5 y 10 años. Estrategias didácticas para su enseñanza”, en esta etapa los profesores de danza deben trabajar actividades que permitan al niño y a la niña sentar las bases físicas que necesitarán para las etapas posteriores. De ese modo, se empieza a trabajar la estabilidad articular, la fuerza y los abdominales, entre otras.
Es muy importante que durante las dos primeras etapas la práctica dancística se desarrolle en un ambiente lúdico, de libertad y creatividad, ya que más bien se trata de clases de expresión corporal o de iniciación a la danza. Es al final del último periodo cuando las clases deben ser más estructuras, instructivas y disciplinadas.
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